jueves, 24 de mayo de 2012

Traslación de Santo Domingo


Hoy 24 de mayo, celebramos los Dominicos y toda la Familia Dominicana la fiesta de la traslación de los restos de Santo Domingo al interior de la actual basílica de Santo Domingo. De ello nos habla ya el beato Jordán de Sajonia en su obra sobre los Orígenes de la Orden de Predicadores.

Santo Domingo llegó a Bolonia en enero de 1218, donde Reginaldo de Orleáns funda un convento en la iglesia de la Mascarella, que muy pronto se quedó muy pequeño, trasladándose en 1219 a la pequeña iglesia de San Nicolás de las Viñas, donde tuvieron lugar los dos primeros capítulos generales de la Orden en 1220 y 1221.

En este convento murió Santo Domingo en 1221, siendo enterrado detrás del altar de la iglesia de san Nicolás. Después de la muerte de santo Domingo la iglesia de San Nicolas creció y se construyó un nuevo complejo conventual entre 1228 y 1240. El área del ábside de la iglesia primitiva fue demolido y la nave se extendió y creció dando como resultado la basílica de santo Domingo. Los restos de santo Domingo fueron trasladados en 1233 desde su lugar inicial a un sencillo sarcófago de mármol, situado en uno de las alas de la iglesia para su devoción por los fieles. En 1267, los restos de santo Domingo fueron reconducidos de nuevo, del sencillo sarcófago de mármol a su lugar actual, a una capilla en la que se encuentra el Arca actual, con rica ornamentación de Nicola Pisano, en la que han intervenido diferentes autores –entre ellos Miguel Ángel-, a lo largo de cinco siglos.

martes, 22 de mayo de 2012

Beatificación de dos dominicos españoles

   El Papa Benedicto XVI autorizó a la Congregación para las Causas de los Santos, el pasado 10 de mayo, a promulgar varios decretos de beatificación, entre ellos los referentes a los mártires y Siervos de Dios Raimundo Castaño González y José María González Solís; españoles, sacerdotes profesos de la Orden de los Frailes Predicadores, y compañeros asesinados por odio a la fe en Bilbao (España) el 2 de octubre de 1936.
       
1.- RAIMUNDO JOAQUÍN GONZÁLEZ CASTAÑO, sacerdote de la Orden Dominicana. Nació el 20 de agosto de 1865 en el barrio de Oñón, de la villa de Mieres, en el Principado de Asturias (España), y el mismo día que recibió el regalo de la vida fue agraciado con el don del bautismo. Brilló desde la infancia por su buena disposición e ingenio despierto, que comenzó a cultivar en una escuela de la ciudad de Oviedo. Pronto dirigió sus pasos hacia el seminario diocesano y, completados los estudios humanísticos, pidió el ingreso en el noviciado Dominicano de Corias, en la misma región de Asturias. Transcurrido el año de noviciado hizo su profesión religiosa el 5 de noviembre de 1881. Realizados los estudios de filosofía y teología recibió el presbiterado, hacia 1889, aunque por las pérdidas documentales sufridas durante la persecución arriba mencionada, no se tenga constancia de la fecha exacta.

   Bien dotado para la enseñanza fue enviado al colegio de San José de Vergara (Guipúzcoa), donde transcurrió un tiempo dedicado a la educación de la juventud. Después lo enviaron a Palencia para que se consagrara a la predicación, vocación que sentía muy viva. Restaurada la provincia de Andalucía o Bética en 1897 dio su nombre para la misma y pasó a Zafra (Badajoz), donde se hallaba en 1898 formando parte de la casa de formación, que integraba unos 60 miembros, tal como escribía él mismo al Socio del Maestro de la Orden, P. Jerónimo Coderch. Por entonces desempeñaba el cargo de secretario del prior provincial, P. Paulino Álvarez. Fue también ecónomo de la provincia. En 1900 poseía ya el título de lector, que le facultaba para la enseñanza en los centros de estudios de la Orden. En 1902 estaba en el convento de Cuevas de Almería.